Las varices no sólo presentan un problema estético, sino también de salud. Las varices son una manifestación clara de la insuficiencia venosa crónica, se cree que están causadas por una remodelación en la pared venosa, que le confiere diferentes propiedades elásticas de las que tienen las venas sanas1.Las varices suelen ser el resultado de la dilatación venosa, del daño de las válvulas venosas, o de ambas cosas a la vez, aunque también pueden ser consecuencia de trombosis venosa profunda1.
Existen factores que predisponen a la aparición de varices, como ser mujer, la edad, el sobrepeso, el embarazo, el estreñimiento crónico, pasar muchas horas de pie o la existencia de algún tumor2
¿Cómo se tratan?
La evolución de las varices puede conducir a complicaciones como infecciones, úlceras y aparición de trombos2 , de ahí la importancia de tratarlas cuanto antes3. A la hora de escoger el tratamiento se debe tener en cuenta los síntomas, así como las preferencias del propio paciente. En etapas iniciales de la enfermedad se opta por un tratamiento conservador, basado en la terapia compresiva, descanso con las piernas elevadas y modificar el estilo de vida: practicar ejercicio físico, reducir el riesgo cardiovascular y evitar la hinchazón de las piernas. Es importante también evitar factores de riesgo modificables como el sobrepeso2. Estas medidas se refuerzan con el uso de fármacos venotónicos para aliviar los síntomas, en especial el edema4. Pueden actuar en macro- y microcirculación, pared venosa y válvulas, disminuyendo la reacción inflamatoria y modificando los mecanismos que desencadenan la hipertensión venosa. Debido al pobre cumplimiento de la terapia con elastocompresión en países de clima cálido, los fármacos venoactivos constituyen la única alternativa disponible para el tratamiento de la EVC en estadios iniciales5.
¿Se quitan las varices?
En caso de que las varices estén en una fase más avanzada, se opta por el tratamiento quirúrgico, con el objetivo de eliminar el reflujo sanguíneo, restablecer la circulación normal y eliminar las varices para suprimir los síntomas y evitar complicaciones2,4. La técnica quirúrgica aplicada depende del tipo de varices y de cada caso en particular, tomando en consideración las posibles complicaciones del tratamiento. Entre las técnicas quirúrgicas, las más frecuentes son2:
- Termoablación: destruye las venas dañadas utilizando un láser externamente a la vena o introduciéndolo en ella mediante un catéter2, se habla entonces respectivamente de:
- Termoablación con láser externa: funciona para “arañas vasculares” (telengiectasias)2.
- Termoablación endovenosa (con láser u ondas de radio): funciona para venas de mayor calibre2.
- Escleroterapia endovenosa: consiste en inyectar, con la ayuda de ultrasonidos, una sustancia que produce una inflamación, con la consiguiente oclusión de la vena. Se utiliza sobre todo en venas de pequeña (1-3mm) a mediana sección (3-5mm) 2.
- Cirugía. La estrategia de la cirugía consiste en interrumpir el reflujo en las venas safenas, extirpándolas para ello. Utilizada extensamente, en la actualidad se sustituye por técnicas más novedosas como la termoablación o la escleroterapia que ofrecen una recuperación más rápida2. Entre ellas, la termoablación con láser es mejor tolerada que la escleroterapia y la cirugía, tiene menos efectos adversos y presenta efectividad similar2 .
La cirugía ha sido considerada como mejor tratamiento para las varices, sin embargo, recientemente se han desarrollado nuevas técnicas diagnósticas como el Eco-Doppler que han contribuido al desarrollo de nuevos tratamientos quirúrgicos menos agresivos, pero igual de eficaces6. Con el transcurso del tiempo se ha cambiado el concepto de mejor tratamiento para las varices por el de mejor opción para cada paciente6.
Dr. Germán Vega
Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria.
Referencias
1. Nicolaides A, Kakkos S, Baekgaard N et al. Management of chronic venous disorders of the lower limbs. Guidelines According to Scientific Evidence. Part I. Int Angiol. 2018; 37(3):181-254.
2. Raetz J, Wilson M, Collins K. Varicose Veins: Diagnosis and Treatment. Am Fam Physician. 2019 Jun 1;99(11):682-688.
3. Eberhardt RT, Raffetto JD. Chronic venous insufficiency. Circulation. 2005. 10;111(18):2398-409.
4. Carrasco E, Díaz S. Recomendaciones para el manejo de la Enfermedad Venosa Crónica en Atención Primaria. 2015. Disponible en: https://www.semergen.es/resources/files/noticias/venosaCrocina_1.pdf
Fecha de última consulta 21/04/2021.
5. Abbad M et al. Guía de práctica clínica en enfermedad venosa crónica del Capítulo de Flebología y Linfología de la Sociedad Española de Angiología y Cirugía Vascular. Angiología 2016;68(1): 55-62
6 Rial Horcajo R, Serrano Hernando FJ et al. Enfermedad venosa crónica. Conceptos actuales y avances terapéuticos. Med. 2017 Oct 1;12(41):2448–57.
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